Textos

domingo, 6 de octubre de 2013

Microrrelato

"Abrí los ojos. Estaba en su regazo. Me apretaba fuerte. Se estaba muy a gusto. Tanto que mis colmillos descendieron, con una mezcla de hambre y deseo. Un momento, ¿mis colmillos? ¿desde cuando tenía colmillos? Entonces me acordé:

Quería suicidarme. Pensé que la mejor forma era ser drenada por un Vampiro. Bajé a las mazmorras, donde "interrogaban" a los capturados. Entonces lo vi. Atado a una camilla, con cortes en todo el cuerpo. Nuestros ojos se encontraron. Fue como si me hubiese hipnotizado. Comencé a desatarlo. Me miraba como si estuviera loca. Creo que le di más miedo que sus torturadores. -¿Eres una suicida?- Me empecé a reír y a llorar (como una loca). De repente saltó encima de mí. Me volvió a atrapar con su mirada. Incliné la cabeza...

-¿Por qué lo hiciste?
-¿Tú qué crees? -Le contesté enfadada- Quería morir, y ahora, gracias a ti, soy inmortal.
-Bueno, puedes salir a la luz del sol cuando quieras. Lo que quiero saber es por qué no querías vivir.
-Porque, porque... Yo estaba enferma. Había visto sufrir a mi madre de lo mismo. ¿Por qué lo hiciste tú? Me refiero a por qué me transformaste.

Se inclinó y me besó.

Y entre mi aturdimiento pensé que éñ tenía razón, podía salir a la luz del sol cuando quisiera... pero desde luego no sería hoy."

Arantxa Fernández Núñez

No hay comentarios:

Publicar un comentario