Textos

domingo, 15 de enero de 2017

Falsa realidad

Cada día que pasa esta confusión va más allá. Todo es tan confuso que a veces hasta dudo de que yo sea real, de que algo lo sea.

Es como si cogieran mi alma y la distanciasen a otro universo y mi cuerpo se quedase ahí con mi consciencia. Lo veo, pero no puedo modificarlo.

La realidad se siente extraña, como si en verdad no fuese la verdadera realidad. Es como si de repente viviese en un mundo ficticio.

Como si me cogiesen con las puntas de los dedos y me transportasen a otra dimensión distinta, donde mi yo ha muerto y me necesitan para reemplazarlo.

Todo se ve raro, diferente. No me noto yo. No soy yo. Es mi cuerpo, mi ropa, mis pensamientos, pero no es el mismo entorno, el mismo lugar.

Como si cambiasen el canal de la televisión y el monigote se quedase siempre ahí. El fondo va cambiando, pero la persona no.

Todo se ve falso, se nota falso. Incluso mis amigos, mis padres, la gente de la calle, se ve falsa. Como si no existieran y fueran todo producto de mi mente.

A veces, parece que se han puesto todos en mi contra, y han hecho algo. Algo para que no me sienta real. O simplemente yo lo quiero ver así.

No estoy segura de nada, es todo tan confuso que es como si fuese a explotar y todos mis restos se esparciesen por todos los universos paralelos y otras dimensiones.

Y quizá es que me estoy volviendo loca, quizá es cosa de los aliens, o quizá es simplemente una paranoia como muchas otras.

No sé, ¿será todo real? ¿Existiré? ¿Vosotros existís? ¿Realmente veo lo que es real o sólo veo lo que mi mente quiere?

miércoles, 4 de enero de 2017

Nada

Nada.
No hay nada.
Absolutamente nada.

Ni un solo sentimiento,
ni un poco de amor,
ni un poco de odio.

Tampoco nada de cariño,
ni de empatía.
Nada de remordimientos.

Un vacío tan gigantesco,
una oscuridad tan enorme,
unidas en una sola. Formando yo.

Forma maldad,
y algo de crueldad.
Sin piedad.

No hay nada más en su cabeza,
nada excepto una cosa.
Cosa de las que muchos se arrepienten,
y otros disfrutan.

El placer de ver su luz fundirse,
el deseo de verlos sangrar,
la satisfacción del poder,
de la incontrolable ira.

No es un error,
es solo diversión.

Algo atroz,
aterrador, quizá.

Nada fácil,
pero nada difícil.

Mil escenas horribles, desastrosas,
hay miles en mi mente, miles.

No me asustan, deberían, pero no lo hacen.
Se disfrutan, como vivir una película.

Pero, ¿quiénes somos nosotros,
para... llegar a juzgar a los demás?

¡NADIE! ¿Entiendes?
Nadie somos. Nadie sois.

Como la realidad.
¿Qué es? Nada.

Nada es la realidad.
La realidad es nada.