Textos

miércoles, 4 de enero de 2017

Nada

Nada.
No hay nada.
Absolutamente nada.

Ni un solo sentimiento,
ni un poco de amor,
ni un poco de odio.

Tampoco nada de cariño,
ni de empatía.
Nada de remordimientos.

Un vacío tan gigantesco,
una oscuridad tan enorme,
unidas en una sola. Formando yo.

Forma maldad,
y algo de crueldad.
Sin piedad.

No hay nada más en su cabeza,
nada excepto una cosa.
Cosa de las que muchos se arrepienten,
y otros disfrutan.

El placer de ver su luz fundirse,
el deseo de verlos sangrar,
la satisfacción del poder,
de la incontrolable ira.

No es un error,
es solo diversión.

Algo atroz,
aterrador, quizá.

Nada fácil,
pero nada difícil.

Mil escenas horribles, desastrosas,
hay miles en mi mente, miles.

No me asustan, deberían, pero no lo hacen.
Se disfrutan, como vivir una película.

Pero, ¿quiénes somos nosotros,
para... llegar a juzgar a los demás?

¡NADIE! ¿Entiendes?
Nadie somos. Nadie sois.

Como la realidad.
¿Qué es? Nada.

Nada es la realidad.
La realidad es nada.

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