Textos

miércoles, 9 de abril de 2014

No corras, no hables, no temas...

No corras, no hables, no temas, no mires, solo abre los ojos. Mira a tu alrededor, nada. No hay nada. Corre, grita, teme, mira y cierra los ojos. Debes huir, morirás, debes correr. Aunque no me veas, aunque solo puedas oírme, yo te veo, yo te oigo, te siento y puedo tocarte. Aunque tu me temas, aunque nunca quieras que vuelva, aunque no sepas quien soy. No hay razón para temerme, volveré a ti siempre, yo si se quien eres. Observo tu corta vida desde que naciste, vas a estar conmigo para siempre. Todas las noches huelo tu pelo, tu dulce aroma, observo como respiras agitada mientras sueñas. Esas voces, esos ruidos, esas sombras que ves, yo, soy yo cuando te vigilo y te hablo. No temas, aunque lo harás. Tu vida ha sido corta, pero vivirás siempre. Morirás joven, pero vivirás toda la eternidad. La muerte nos unirá, y la muerte nos separará. Solo tienes que acercarte, mirarme y venir a mi. Aunque no sepas quién soy, debes mirarme, debes acercarte. Vendrás a mi, la muerte siempre atrae a la gente como tu. Me acabarás anhelando, amando y buscando. Bebe, solo bebe ese rojo líquido. Y estaremos juntos para siempre. Ven, ven a mi, no hables, no temas...

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